El segundo nivel activado por la CTS es el nivel de energía del cuerpo humano. Este nivel de actuación de la CTS todavía no es aceptado por la totalidad de la comunidad médico-científica, aun así, la medicina tradicional ha intentado distanciarse del concepto de la existencia del nivel de energía cuando se refiere a la viabilidad del organismo. Solamente en los últimos años la acupuntura, la cual trata con los meridianos de energía del cuerpo humano, ha llegado a convertirse en un componente médico completo y los especialistas de acupuntura reconocidos como médicos. Este reconocimiento es un gran paso en la medicina actual. Gran parte de la medicina oriental está basada, al menos en parte, en el trabajo con la energía del cuerpo humano. El nivel de energía del cuerpo humano se compone de una red de meridianos de energía similar a la red de vasos sanguíneos del sistema circulatorio en el nivel bioquímico.
El cuerpo humano tiene 12 meridianos principales y muchos meridianos laterales, que juntos se refieren como la red de energía del cuerpo humano. Los meridianos principales se localizan dentro del cuerpo, mientras que los meridianos laterales alcanzan la superficie de la piel. Cuando el flujo de energía en cualquiera de los meridianos es bloqueado, algunos órganos no reciben suficiente energía para funcionar adecuadamente. Esto predispone a un mal funcionamiento y el órgano comienza a morir. Desafortunadamente, la medicina actual occidental sólo puede diagnosticar fallos en los órganos cuando estos están seriamente dañados y los síntomas de la enfermedad aparecen en el nivel bioquímico. Así si pudiésemos diagnosticar o simplemente restaurar el flujo de energía en el cuerpo humano antes de que alcance este estado, como hace la sesión de frío extremo, muchas enfermedades podrían prevenirse. ¿Cómo estimula la sesión de frío extremo el flujo de energía en el cuerpo? Si cogemos un cable suficientemente largo (1 metro o más) y calentamos un extremo mientras enfriamos el otro, la gran diferencia de temperatura genera una corriente eléctrica en el cable. Exactamente lo mismo le sucede al sistema energético del cuerpo humano mientras hacemos la sesión en las criocámaras.
Cuando la temperatura de la superficie de la piel es enfriada rápidamente a 2°C. y la temperatura interior del cuerpo es de 36,7°C. hay una gran diferencia de temperatura, lo suficiente para causar un fuerte flujo de energía en los meridianos y de esta forma restaurar el flujo de energía dónde pueden haber aparecido interrupciones. En este caso la sesión de frío extremo se usa como método preventivo y correctivo y por estimulación del flujo de energía en el cuerpo humano, permite a la persona mantenerse más tiempo saludable. Hoy en día, no podemos decir que cualquier método, incluyendo la acupuntura pueda diagnosticar de forma precisa potenciales discrepancias en el flujo de energía, ya que relativamente pocos estudios han sido documentados sobre ello. Sin embargo, la recuperación del flujo de energía será muy beneficioso incluso sin saber el lugar exacto de la interrupción en el cuerpo. Como resultado del estilo de vida de hoy caracterizado por estrés, sedentarismo, malos hábitos de comida, contaminación química y biológica, así como también lesiones y operaciones físicas, los sistemas de energía de los seres humanos están seriamente dañados.
Incluso las cicatrices internas y externas del cuerpo son barreras al flujo de energía a través de este. Si nuestro sistema de energía no funciona adecuadamente y el cuerpo tiene los trastornos internos y daños descritos anteriormente, entonces no habrá suficiente energía, incluso en un estado muy temprano, para la prevención del proceso de envejecimiento y mucho menos rejuvenecimiento. El envejecimiento es el resultado inmediato de un aporte insuficiente de energía dentro del cuerpo. La restauración del flujo de energía ayuda a recuperar al cuerpo físicamente y puede al menos prevenir su envejecimiento prematuro.
Así, resumiendo los efectos en los dos primeros niveles del cuerpo podemos decir que: La sesión de frío extremo ayuda a enriquecer la sangre y enviarla a todos los órganos internos y partes periféricas del cuerpo asegurando que todos los órganos tienen los “materiales de construcción” necesarios para la renovación celular. La sesión de frío extremo también ayuda a suministrar a los órganos el nivel de energía necesario para hacer uso completo de estos materiales ya que sin energía no pueden ocurrir procesos beneficiosos.