– Enfermedades graves en general
– Accidente vascular encefálico
– Anemia severa
– Angina de pecho inestable
– Arteriosclerosis
– Caquexia
– Claudicación intermitente
– Claustrofobia
– Crioglobulinemia, agannaglobulinemia, criofibrinogenemia
– Derrame cerebral
– Diátesis hemorrágica
– Embarazo (sobre todo en etapa avanzada a partir del sexto mes)
– Embolias y trombosis
– Enfermedad cardiovascular grave
– Enfermedad de Buerger (tromboangeítis obliterante)
– Enfermedad de Raynaud, acrocianosis, vasculitis sistémica
– Hiperhidrosis (sudoración excesiva)
– Fiebre elevada de origen desconocido
– Gangrena
– Heridas abiertas
– Hipertensión grave (grado II o III presión arterial > 180/100 mm Hg)
– Hipotiroidismo descompensado
– Infarto agudo de miocardio reciente
– Insuficiencia cardiaca severa
– Intolerancia al frio
– Marcapasos
– Medicación con neurolépticos
– Neuropatía del sistema nervioso simpático
– Neurosis histérica
– Trombosis venosa profunda, tromboflebitis
– Tuberculosis pulmonar activa
– Tumores malignos y tratamientos oncológicos
– Intolerancia y urticaria al frío
– Menores de 5 años
La crioterapia sistémica acelera el metabolismo, así es que las personas que tengan algún síntoma o patología en el que el organismo no sea capaz de mantener los mecanismos de compensación vascular, no deberían hacer esta terapia.