Es el más entendible desde el punto de vista de la medicina actual. Casi todos los tratamientos y efectos de la medicina actual en el cuerpo humano están en este nivel. Dentro de las criocámaras, la temperatura es extremadamente baja y se siente mucho frío, pero es tolerable ya que a estas temperaturas el aire no contiene humedad, no hay corrientes de aire y no duele gracias a la liberación de endorfinas que producen una sensación de placer, bienestar y una menor sensibilidad al dolor. A estas temperaturas el volumen de aire se reduce en un 45% en comparación con la temperatura ambiente y gracias a esto se inhala casi el doble de oxígeno por respiración. Cuando una persona entra en ellas, la superficie de la piel es enfriada rápidamente a 2°C. durante un corto período de tiempo (2 a 3 minutos) y los termorreceptores de frío (corpúsculos de Krause) de la piel mandan unas señales muy potentes al cerebro (hipotálamo) que entra en estado de alerta. En una respuesta innata para proteger el cuerpo de las temperaturas extremadamente bajas que podría llevar a una hipotermia o muerte, el cerebro ordena a nuestras extremidades a contraer los músculos y tejidos (vasoconstricción) para enviar la sangre al sistema profundo o visceral. Esto es necesario porque la temperatura en el centro del cuerpo debe mantenerse constante alrededor de 36,7°C.
Esta vasoconstricción puede disminuir la pérdida de calor unas ocho veces. Cuando los termorreceptores de frío de la piel detectan la temperatura ultra baja de las criocámaras, el cerebro recibe un aviso que mantener la temperatura óptima en el centro del cuerpo será imposible si se permite continuar la circulación sanguínea en las extremidades. Así pues, todos los mecanismos de supervivencia se activan y la sangre es enviada al centro del cuerpo para comenzar un ciclo interno de circulación para proteger los órganos vitales. Entonces el organismo reacciona de dos formas: en primer lugar, trata de recuperar temperatura quemando glucosa del plasma sanguíneo y luego también de la grasa parda, por eso es recomendable para diabéticos y personas que quieran perder peso/grasa y en segundo lugar, las capas exteriores de la piel, para luchar contra el frío extremo activan la producción de colágeno en las capas más profundas, consiguiendo también frenar el envejecimiento de la piel a medida que va ganando elasticidad.
El resultado de este proceso es que las capas exteriores se vuelven más suaves y tonificadas. También nutre más y mejor todas las células del organismo. Uno de los efectos inmediatos de la CTS es que la presión sanguínea arterial se incrementa en 10 puntos. Mientras la sangre circula en el ciclo interno, ha sido enriquecida con oxígeno y todas las enzimas y nutrientes necesarios. Varios tratamientos sucesivos pueden producir un aumento cuantitativo y cualitativo relativo en el número de glóbulos rojos (eritrocitos) y glóbulos blancos (leucocitos) en la sangre. Esta se enriquece a unos niveles superiores, ya que todos los recursos y reservas del organismo se han activado para asegurar las funciones vitales mientras el cuerpo hace lo mejor para sobrevivir ante las condiciones percibidas como críticas. Puesto que los órganos internos están rodeados y alimentados por sangre enriquecida, todos los procesos vitales se aceleran.
La estimulación de suministro de sangre contribuye a la saturación de los órganos con oxígeno, la lixiviación de productos de la inflamación de los órganos afectados y activa y normaliza la actividad de los meridianos de acupuntura. Durante la sesión en las criocámaras, si el rendimiento de cualquiera de los órganos fuese bajo o dañado, estas deficiencias serían resueltas en la medida de lo posible y así los órganos reforzados podrían empezar a recuperarse. De este modo es nuestro propio organismo quién intenta reparar cualquier o todas las anomalías, reduciendo o eliminando los problemas de los órganos internos gracias al flujo sanguíneo enriquecido. Cada minuto un millón de células mueren en nuestro organismo, con el fin de mantener el equilibrio morfoestructural del cuerpo, se deben de regenerar la misma cantidad de células, por lo tanto, nuestra salud dependerá de este correcto equilibrio celular. Estas células muertas son eliminadas a través del sistema linfático, así la CTS ayuda a esa eliminación de células muertas, las cuales de otra manera ralentizarían otras funciones del organismo.
La CTS favorece la regeneración celular. Finalizada la sesión y pasar a un ambiente con temperatura normal, los termorreceptores de la piel envían al cerebro este nuevo cambio de temperatura y todos los tejidos periféricos se expanden (vasodilatación), incluyendo vasos sanguíneos, músculos y tejidos de la piel en contraposición a la contracción (vasoconstricción) que ocurrió al principio de la sesión cuando la temperatura de la superficie de la piel fue rápidamente enfriada a 2°C. Bajo la alta presión sanguínea temporalmente causada por el frío extremo, la sangre es ahora liberada del ciclo interno y fluye de nuevo hacia los tejidos periféricos con un volumen cuatro veces más grande que antes de la sesión, llegando a todos los extremos del cuerpo de los cuales fue retirada durante las bajas temperaturas. Gracias a la intensa circulación periférica, la temperatura de la sangre aumenta a 35°C. (temperatura normal de la piel 32,5°C.).
Este aumento compensatorio de temperatura se mantiene durante 1-3 horas. Mientras tanto, el cerebro ha empezado a segregar serotonina (la hormona que nos hace sentir bien). Cuando la sangre enriquecida alcanza los tejidos periféricos estos son mejorados de la misma manera que se beneficiaron los órganos internos durante la sesión. Por cierto, este proceso altamente beneficioso se mantiene en nuestro organismo de 6 a 8 horas después de la sesión en las criocámaras.
En resumen, podemos decir que la sangre enriquecida crea las condiciones favorables para la regeneración de los órganos internos, la eliminación de las toxinas de las capas subcutáneas, el proceso de renovación celular, sustitución de las células dañadas y eliminación de las células muertas de los tejidos periféricos y rejuvenecimiento del cuerpo a nivel celular. También incrementa la producción de colágeno revirtiendo el proceso de envejecimiento y la celulitis. El frío extremo también fuerza a nuestro organismo a producir calor aumentando el metabolismo lo que resulta en una gran pérdida de calorías por sesión.